La autoedición o cómo publicar un libro sin morir en el intento 24 febrero, 2016 – Publicado en: Blog – Etiquetas:

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Edgar Alan Poe, Alejandro Dumas, Rudyard Kipling, Mark Twain, George Bernard Shaw, Ernest Hemingway … Hoy en día nadie puede dudar de la calidad literaria de estos escritores de renombre que han pasado a los anales de la Historia gracias a su habilidad con la pluma. Pero lo que quizás muy poca gente conozca es que algunas de esas creaciones solo pudieron ver la luz gracias al propio dinero de sus autores.

Sin ir más lejos, Friedrich Nietzsche tuvo que financiar de su bolsillo 50 ejemplares de la novela Así habló Zaratustra. Lewis Carroll hizo lo propio con Alicia en el País de las Maravillas. Y hasta el mismísimo Fiódor Dostoyevski tuvo que pedir dinero a sus amigos para costear sus libros.

Y es que la edición ha sido siempre una carrera de obstáculos no solo para los miles de escritores anónimos que sueñan con ver sus obras publicadas y en manos de otros tantos lectores. Por ejemplo, Virginia Woolf tuvo que montar su propia editorial (Hogarth Press) para publicar algunas de sus obras. Y, ya en nuestros días, J. K. Rowling, considerada la mujer más rica del mundo gracias a la saga de Harry Potter, vio rechazado su primer manuscrito en doce ocasiones, hasta que un pequeño editor decidió realizar una publicación independiente.

Pero aún hay más pruebas de que la autoedición puede, en ocasiones, llevarte muy lejos. Tanto como a Lisa Genova, una neurocientífica estadounidense, que escribió en 2007 su primera novela sobre el Alzheimer. Ninguna editorial quiso publicarla y acabó haciéndolo ella misma. Al poco tiempo, una editorial de renombre se interesó por la novela y le ofreció un adelanto millonario. El pasado año, la obra se convirtió en película, con la que su actriz protagonista ganó un Oscar. Hablamos de Still Alice. ¿Le suenan las películas 50 sombras de Grey y The Martian? También son filmes basados en novelas que sus autores tuvieron que autoeditarse después de que no pocas editoriales rechazaran su publicación. Otra opción, la autoedición asistida Visto lo visto, parece evidente que la autoedición o edición independiente es un fenómeno al alza que, gracias a las nuevas tecnologías, ha evolucionado mucho en poco tiempo, abriendo las puertas del mercado editorial a muchos escritores que hasta ahora las tenían cerradas a cal y canto. Daniel Pinilla es uno de ellos. Este joven sevillano publicó hace ya un año su primer libro, Polifemo vive al Este, gracias a este sistema. Y hace tan solo unos días, el segundo: Operación Malinche, ambos literatura de viajes. «Quizás mucha gente considere la autoedición como una opción artesanal que funciona de forma totalmente autosuficiente, es decir, asumiendo el diseño, la maquetación, la producción, la distribución y hasta la negociación con la imprenta. En el extremo opuesto se encuentra la vía tradicional: un autor entrega un manuscrito a una editorial, se pone en sus manos para toda la salida de su obra al mercado y pasado un año recibe los beneficios que haya generado», explica Pinilla a 20minutos. Y añade: «A día de hoy la opción más interesante se encuentra en el punto medio: la autoedición asistida. Un autor se apoya en los recursos técnicos de una empresa tecnológica y cuenta con la ayuda editorial para los detalles literarios que marcan la diferencia, pero siempre responsabilizándose de su libro y manteniendo todos los derechos, algo que desaparece en el formato tradicional. Eso he hecho yo, incluso dando un paso más allá al abrir mi propio sello editorial (Editorial Samarcanda) en alianza con Lantia Publishing. Sin duda, es la manera como se tiene más control sobre tu obra y además resulta más divertida la exposición en el mercado».

Parece, por tanto, que la autoedición es un fenómeno al alza que abre las puertas a muchos escritores que hasta ahora las tenían cerradas. Así al menos parecen confirmarlo las cifras, sobre todo fuera. Un informe del pasado año revela que los libros autoeditados representaron el 12% del total de ventas en Reino Unido, mientras que en Estados Unidos, según los editores, la autoedición se incrementó un 58% un año antes, en 2013.

Por su parte, el portal de venta online Amazon anunció que sus libros autoeditados ya suponían el 25% de su Top 100 y en la Feria del libro de Fráncfort del año pasado, la compañía de ebooks Kobo reveló que el 10% de sus ventas correspondía a libros autoeditados. Un informe de la consultora Nielsen sobre la evolución de la autoedición en los países anglosajones concluye que el negocio crece a un ritmo vertiginoso. En 2014, el 5% del total de libros vendidos en esos países fueron autoeditados, lo que generó un volumen de ingresos de 78 millones de euros y 17 millones de ejemplares vendidos. Las cifras son aún más considerables si nos fijamos en la edición digital porque las ventas de ebooks autoeditados crecieron un 16% durante el primer trimestre de 2015. En España, aunque apenas hay datos, según la Agencia del ISBN, la autopublicación creció un 4% entre 2013 y 2014.

 

Vía: 20 minutos