En la colección Kiko se explican pequeños conflictos que a los niños pueden parecerles grandes
e insalvables, desmitificándolos y concediéndoles un aire de normalidad.El pequeño
lector -de hecho hablamos de “prelectores”- ve que el protagonista, un niño como él, normal
y corriente, supera un pequeño problema que identifica como propio. Esto le ayudará
a convencerse de sus propias posibilidades y a alcanzar un cierto grado de satisfacción con
los pequeños logros diarios.
Llenos de barro, Kiko y su padre llegan a casa después de jugar a béisbol.
Hoy será el primer día en que Kiko se ocupe de su aseo sin la ayuda de nadie.